Richard Galpin BBC, Moscú |
Un tribunal militar en Rusia sentenció a un oficial del ejército a
tres años de prisión por vender a uno de sus soldados como esclavo en
un sitio de contrucción.
Ahí, el recluta vendido tuvo un accidente en el que perdió una pierna y sufrió daño cerebral.
Incluso para los estándares del ejército ruso, donde los
reclutas son con frecuencia objeto de abuso, éste es uno de los casos
más escandalosos de tiempos recientes.
El verano pasado, Andrei Rudenko, soldado de 22 años,
fue vendido por US$2.500 por su superior militar a un empresario local
en la ciudad siberiana de Chita.
Rudenko fue forzado a trabajar en un sitio de construcción sin recibir alimentación adecuada y sin poder bañarse.
Iniciativa
Un mes después de estar trabajando en esas condiciones, un auto lo atropelló dejándolo en coma por 13 días.
Por el accidente, Rudenko sufrió hemorragia cerebral, perdió la vista de un ojo y le tuvieron que amputar la pierna derecha.
A pesar de esto, su ex comandante, el coronel Nazim
Nazarov, no mostró ningún signo de arrepentimiento luego de escuchar
que el tribunal lo sentenciaba a tres años de prisión.
Nazarov dijo que todo lo que él había hecho era por el bienestar de sus soldados.
Desgraciadamente, expresó el militar, la iniciativa siempre se castiga.
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