Esparta, los persas y la verdadera historia de 300, la película |
Esparta, los persas y la verdadera historia de 300, la película
* Autor: Toño H
* Guardado en: Cine, Miscelaneos
* Fecha: Apr 9,2007
El fin de semana santo vi la película 300 que es la adaptación de un comic sobre un hecho de la vida real como lo fue la batalla de las Termóplias. Pero mucha gente no sabe que son las Termópilas ni lo que paso en ese lugar; así que no estén tan perdidos a la hora de saber de que va la película, un poco de historia.
le26_lastermopilas.jpgLas Termópilas que significan puertas calientes eran el paso a Grecia por el norte entre las montañas y el mar, con casi 3 kilómetros de largo el ancho en alguno de sus puntos solo era de 15 metros y fue muy atinadamente el lugar escogido por los griegos para detener el avance de los persas que querían invadirlos.
LOS PERSAS
Ya desde hacia tiempo los persas tenían intenciones de conquistar a Grecia y es cuando aparece Jerjes decidido a no correr con la misma suerte de su padre Darío I, derrotado en la batalla de Maratón a mano de los griegos durante la Primera Guerra Médica. Jerjes forma un ejercito para enfrentar a los griegos del cual algunos historiadores dicen que era entre 100 y 300 mil soldados, pero otros aseguran que si se suman los hombres que iban en la flota de barcos que seguían a los de a pie y que llevaban sus provisiones; los persas rozaban el millón de efectivos, de los cuales destacaban el grupo elite: los 10 mil inmortales.
ESPARTA
3002.jpgLos espartanos eran un pueblo nacido por y para la guerra, practicaban la eugenesia y nada más al nacer, el niño espartano era examinado por una comisión de ancianos en el Pórtico, para determinar si era hermoso y bien formado; de no ser así se le consideraba una boca inútil y una carga para la ciudad. En consecuencia, se le conducía al Apótetas, lugar de abandono, al pie del monte Taigeto, donde se le arrojaba a un barranco, los que pasaban la prueba se les asignaban uno de los 9.000 lotes de tierra disponibles para los ciudadanos y lo confiaban a su familia para que lo criara, siempre con miras a endurecerlo y prepararlo para su futura vida de soldado. En pocas palabras efectuaban una selección natural lo que produjo que el soldado espartano fuese una máquina de matar casi perfecta.
LA BATALLA
ssaver_01.jpgEl ejército griego estaba conformado por 300 hoplitas espartanos (a los que hay que sumar otros 600 ilotas, pues cada espartano llevaba dos siervos a su servicio), 500 de Tegea, otros 500 de Mantinea, 120 de Orcómeno y 1.000 hoplitas del resto de Arcadia: 400 de Corinto, 200 de Fliunte, 80 de Micenas, 700 tespios y 400 tebanos, además de 1.000 focenses y todos los locrosy usaban la formación de la falange.
Una sección del ejército persa muy temida eran los arqueros y cuando se le dijo a Leónidas que sus flechas cubrirían el sol y transformaron el día en noche este respondió: Mejor, lucharemos en la sombra. Cuando comenzo la batalla, fila tras fila los persas se estrellaron contra las lanzas y escudos espartanos sin que éstos cedieran un centímetro. De esta forma, a pesar de la grave desventaja numérica, Leónidas y sus hombres se opusieron a las oleadas de soldados enemigos con un número mínimo de bajas, mientras que las pérdidas de Jerjes —aunque minúsculas en proporción a sus fuerzas— supusieron un duro golpe para la moral de sus tropas.
La lucha se había prolongado varios días y Jerjes decidió mandar a sus 10 mil inmortales pensando que estos pondrían punto final a la batalla, cuentan que los inmortales lucharon como nunca lo habían hecho; pero poco pudieron hacer en contra de los escudos y lanzas de la falange y fueron derrotados. Con esto la moral del ejército persa estaba por los suelos y justo cuando estaban apunto de dar media vuelta y largarse apareció de entre los griegos un traidor: Efialtes, el cual ya cambio de una recompensa les indico a los persas un camino entre las montañas por el cual podrían llegar por la retaguardia a los hombres de Leónidas.
Cuando Leónidas se da cuenta de que serán atacados por dos frentes a la vez, sabe que todo esta perdido y ordena la retirada de sus hombres a Atenas y que iniciaran la evacuación de la ciudad. Solo quedaron con él los 300 soldados de su guardia y mil griegos leales (los tespieos y los de Tebas) y tal fue tal el ímpetu con el que los espartanos lucharon que Jerjes decidió abatirlos de lejos con sus arqueros para no seguir perdiendo hombres. Leónidas fue alcanzado por una flecha y los últimos espartanos murieron intentando recuperar su cuerpo para que no cayera en manos enemigas, los persas habían obtenido la victoria; pero los griegos la gloria.
CONCECUENCIAS DE LA BATTALLA
Ya sin resistencia los persas llegan a Atenas y la devastan, pero los días que fueron retenidos por los griegos en las Termópilas les permitio a estos evacuar la ciudad junto con una flota de barcos de guerra y refugiarse en Samalia. Jerjes decidido a no darle respiro a los griegos se encamina a Samalia con sus barcos, pero se lleva una desagradable sorpresa; los pesados y poco maniobrables barcos persas no fueron rivales para los mas maniobrables y ligeros barcos griegos y Jerjes tuvo que retirarse no sin dejar a 80.000 hombres al mando de un coronel para que terminara la campaña, pero unos meses mas tarde 8.000 espartanos y 30.000 aliados griegos derrotan a los persas en Platea y ese mismo día la flota persa es practicamente destruida en Micala.
La victoria de Grecia es contundente y Jerjes pierde el interés en su conquista, mucho tiempo mas adelante un griego, Alejandro Magno se lanza a la conquista de Persia en el año 333 a. C . La victoria de Alejandro fue completa y el rey persa Darío huyó hacia el este con todas sus fuerzas, dejando en manos de Alejandro el tesoro real, así como a su madre, Sisigambia, su esposa Estatira y sus hijos, a los que Alejandro respetó la vida. Darío ofreció grandes riquezas y títulos a Alejandro a cambio de que detuviese sus avances, pero éste los rechazó. La zona occidental del imperio persa (Fenicia, Palestina, Egipto), se le entregó sin ofrecer resistencia entre el 332 y el 331. En Egipto, fue designado hijo del dios Amón en el oasis de Siua; allí, fundó varias ciudades, entre ellas Alejandría.Persia sería absorbida por el imperio de Alejandro y al final terminaría desapareciendo.
Sin la resistencia de Leónida en las Termóplias nunca los griegos hubieran podido evacuar Atenas, nunca se habrían dado las batallas de Salamina, Platea y Micala, Grecia habría sido conquistada por Persia, la cuna de la civilización occidental habría desaparecido y nuestro mundo sería muy distinto a como lo conocemos hoy en día.
Si Grecia hubiera sido vencida, Persia hubiera ocupado toda Europa, pues Roma aún era una pequeña y anónima ciudad en Italia. Alejandro de Macedonia no hubiera sido más que un vasallo de un imperio universal y Roma jamás hubiera podido forjar su Imperio. Sin el Imperio Romano el Cristianismo no se hubiera podido extender como lo hizo, y Jesús de Nazaret no hubiera sido más que un iluminado, como tantos otros que hubo en la Palestina de entonces, del que no tendríamos noticia alguna.
Europa, tal y como es hoy, y su cultura, la más avanzada sobre la Tierra, no existirían, porque no hubieran tenido ni la oportunidad de nacer, y las ideas de libertad que surgieron en Grecia, hubieran sido ahogadas en un baño de sangre, para quien sabe si poder volver a renacer no se sabe cuando ni donde.
La hazaña fue recordada en una lápida conmemorativa escrita por el poeta Simónides, que decía así:
Oh, extranjero, informa a Esparta, si pasas por allí, que aquí hemos caído
defendiendo su ley