En 1940 los Nazis invadieron Noruega país que ocuparon hasta el 1945. Durante esta ocupación las SS pusieron en práctica uno de sus programas para la expansión de la raza aria, el Lebensborn, en castellano fuente de vida, fruto del cuál nacerían más de 10,000 niños hijos de soldados alemanes y madres noruegas. La mayoría de estos niños estarían marcados trágicamente durante toda su vida.
La Sociedad Lebensborn fue creada el 12 de Diciembre de 1935 por Heinrich Himmler, el jefe de las SS. En parte como respuesta al decreciente índice de natalidad alemán, promoviendo políticas nazis de eugenasia para crear la raza superior que poblaría Europa. El programa proporcionaba incentivos a los alemanes, especialmente agentes de las SS de tener más niños. Su objetivo era que ningún niño ario quedara sin nacer.
Inicialmente esta sociedad servía de institución benéfica para las mujeres de los oficiales de las SS. Tenía maternidades y les proporcionaba ayuda familiar. Pero más adelante, también aceptó mujeres solteras que estaban embarazadas o habían dado ya a luz y que necesitaban ayuda, pero antes examinaban a la madre y al padre del niño para comprobar que fueran racialmente valiosos.
El primer hogar Lebensborn fuera de Alemania fue creado en Noruega, donde llegó a haber 15. Aquí su principal objetivo era ayudar a los niños de soldados alemanes y mujeres noruegas. En otros países ocupados las relaciones entre soldados alemanes y mujeres locales estaban prohibidas por ser consideradas razas inferiores. Sin embargo en Noruega pasó lo contrario, Himmler admiraba la "sangre vikinga" de los noruegos y animaba la procreación con mujeres noruegas, que eran consideradas arias puras.
Ya durante la guerra estos niños y sus madres despertaron el rechazo del pueblo y del gobierno noruego en el exilio en el Reino Unido, la BBC en sus emisiones advertía que al marcharse los alemenes las cosas podrían ponerse desagradables para las madres de estos niños. Advertencias que efectivamente se cumplieron, y al acabar la guerra unas 14,000 mujeres fueron llevadas a campos de trabajos forzados durante año y medio, donde muchas fueron violadas. Pese a que estas mujeres no habían atentado contra ninguna ley.
No era sólo un asunto de las autoridades, el pueblo tenía ansias de venganza y encontró en estos niños, que eran llamados "mocosos nazis" (más tarde se emplearía el termino niño de la guerra) y en sus madres, las "putas de los alemanes", su blanco perfecto.
Muchos acabaron en orfanatos donde fueron maltratados y sufrieron abusos sexuales. Otros fueron clasificados como "retardados" y encerrados en clínicas mentales, bajo la teoría que sus madres debían haber estado locas para tener un hijo con un alemán. Pocos de estos niños fueron adoptados, así que la mayoría no abandonaron los orfanatos hasta hacerse mayores de edad.
La vida de la mayoría de estos niños fue realmente dura, siendo objeto de violaciones, acoso en la calle y en la escuela. Hay innumerables testimonios de estos niños que detallan estos maltratos, por ejemplo, los niños de la guerra del orfanato de Bergen fueron sacados a desfilar para que la gente les azotara y escupiera. Otro niño relata que fueron puestos en un pocilga donde pasaron dos días enteros, otros que fueron arrojados ácido en la piel para quitarle su olor nazi.
Al acabar la guerra el gobierno noruego llegó a barajar la idea de deportar a los niños a Alemania, pero los aliados la vetaron. Años más tarde volvió a considerar la misma idea pero esta vez junto a sus madres a Australia, aunque finalmente tampoco la llevó a cabo. Y el asunto fue cayendo en el olvido, llegando a ser desconocido para una gran parte de los noruegos. Hasta que en los años 90 unos 150 de estos niños de la guerra presentaron una serie de denuncias contra el gobierno noruego, y el gobierno noruego accedió a compensar los casos menores con unos 2,500euros y 30,000 para los abusos más graves.
Finalmente, el año pasado 154 de estos niños llevaron su caso al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, aunque éste lo descartó por haber sido presentado demasiado tiempo después del fin de la Segunda Guerra Mundial, ya que el tribunal no puede juzgar hechos acontecidos hace más de 20 años, argumento con el cual los niños no están muy de acuerdo, pues consideran que los maltratos no se limitaron a los años posteriores a la guerra sino que se alargaron mucho más.
Este es mi espacio PERSONAL.. soy Evangélico desde el 2000, mi misiones es ser un canal de bendición a travez de lo que hago. cantar de musica tropical que hablan de las maravillas de Dios. aquí estare compartiendo mi idea y lo que hago. gracia a su misericordia. CRISTO ES EL REY
Thursday, September 10, 2009
Taringa! - El trágico destino de los niños noruegos de Hitler
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